Son niños y niñas que lo observan todo con mucha atención. A lo mejor, no hablan demasiado, pero con sus ojos y sus gestos son capaces de comunicar lo que sea. Soñadores y con sensibilidad.
Son imaginativos e imaginativas. Les gustan las historias con un buen desarrollo dramático. Se quedan prendados de una melodía de Debussy o de un pasaje del Cascanueces de Tchaikovski. Quizás se pasen horas dibujando o pintando. O escribiendo el alfabeto en una pizarra.
El amor y el cariño son sus idiomas preferidos. Empatizan con los demás de una manera natural, sin estridencias. Se les ve fabricando emociones dentro de sí minuto a minuto.
¿Quiénes son estos niños y estas niñas?
¿Les reconoces? Son nuestros hijos e hijas, nuestros nietos y nietas, nuestros sobrinos y sobrinas. Los hijos e hijas de nuestros mejores amigos. Son los pequeños de la casa.
Y el rasgo particular de todos ellos y todas ellas es su capacidad para la ensoñación. Su poderosa sensibilidad.
Ensoñación y sensibilidad son dos conceptos íntimamente ligados con el Arte. Por eso, elegir bien una pieza de Arte para niños soñadores y con sensibilidad no es tan complicado como parece.
Aquí tienes una pequeña selección.
Desde los Protagonistes de Gemma París (encabezando este texto) a los globos con jirafa de Tutticonfetti. Universos de fantasía que generan sentimientos, historias íntimas con las que los pequeños pueden conectar.
Animales con mucha, mucha personalidad de Amayadeeme. Todos con su(s) nombre(s) de pila. Únicos. Maravillosas ilustraciones de Blanca Gómez y Olga Molina, que lo mismo nos transportan a las vacaciones de verano que a nuestro rincón de la ciudad favorito.
Para soñar. Para sentir. Arte para niños soñadores y con sensibilidad.